martes, 16 de agosto de 2011

Xàbia, de la playa al Montgó II

Parque Natural del Montgó (Denia, Alicante) , 14/07/2011


El Montgó es todo un emblema del paisaje de Denia y Jávea. Con sus 753 metros de altura se alza como una mole majestuosa dominando toda la línea de costa de la Marina Alta.


Completamos en esta entrada el resumen naturalista de mi pequeño periplo por Jávea con el relato de una ruta muy recomendable, la de la Cova Tallada, en la Sierra del Montgó.


Declarado Parque Natural en 1987, estos parajes separan Jávea de Denia. El Parque Natural se prolonga hacia la costa culminando en el Cap de Sant Antoni. 


Comenzamos la ruta andando por un bosque mediterráneo dominado por el Pino carrasco, la mayoría de los ejemplares de repoblación pero otros bien naturales a mi parecer y surgidos seguramente después de algún fuego en la zona. Este es el pino mejor adaptado a la aridez y a la cal. El pinar se enriquece de un variado elenco de arbustos y matas acompañantes, favorecidas por la suavidad de la proximidad del mar : Coscoja, Lentisco, Palmito, Aladierno, Acebuche, Madreselva (Lonicera.implexa), Espino negro,  Algarrobo, Chumbera (asilvestrada), Brezo (Erica multiflora), Espliego rizado (Lavandula dentata), Romero, Enebro de la Miera (Juniperus oxycedrus), Argelaga (Calicotome spinosa),  Jara blanca (Cistus albidus), Coronilla de Fraile (Globularia alypum) y Estepa negra (Cistus monspeliensis). Una gran cantidad de especies por mencionar algunas, que delatan la enorme riqueza natural de estas sierras.


La presencia del Palmito, la única palmera autóctona de la Península Ibérica,  ha sido muy beneficiosa para el ser humano en la zona, gracias a él las gentes han fabricado alfombras, cestas, capazos y otros utensilios.




Matorral mediterráneo en el que se aprecian los pinos carrascos. entre ellos aparecen Lentiscos y Palmitos (a la izquierda en primer plano)




Un nutrido grupo de especies cubren el terreno favoreciendo el desarrollo del suelo. Es muy posible que este lugar haya sufrido un incendio hace pocos años. Al horizonte se ven pinos carrascos creciendo y la cima del Montgó asomando. En estas circunstancias el matorral evoluciona lentamente hacia un bosque salvo que los incendios sean muy reiterados. Caso en el que el paisaje evoluciona hacia una Garriga, un matorral alto sobre suelos básicos que no llega a ser bosque.




Brezo (Erica multiflora)



Mientras que en el Centro peninsular (un buen ejemplo comparativo es la Dehesa del Carrascal de Arganda del Rey) es la Lavandula latifolia (Espliego) la que ocupa este nicho, en el Este es Lavandula dentata (Espliego rizado)  la protagonista del matorral bajo. La que se ve en la foto.



Argelaga (Calicotome spinosa). Este tipo de arbustos pertenecen a la familia de las leguminosas. Podemos ver la judía negra (ya madura). A parte de abrir el suelo y desmenuzarlo con sus raíces, estas mismas se asocian con bacterias que son capaces de fijar el Nitrógeno del aire al suelo, el maná de las plantas.
La Argelaga es un arbusto típico del litoral, que se cría en zonas junto al mar en monte mediterráneo. 



Coronilla de Fraile (Globularia alypum)


La ruta de la Cova Tallada comienza  a descender hacia el mar. El bosque desaparece y el paisaje se vuelve más rocoso :


Un descenso pronunciado, en el que hay que ir agarrándose a veces para no perder el equilibrio. En el descenso, en los roquedos mirando hacia el mar,  nos encontramos con una de las plantas más esperadas de la visita, una de las razones principales por las que un botánico vendría a esta Sierra. El Card Sant (Carduncellus dianius) es una de las joyas botánicas de este lugar. Es un endemismo que en todo el mundo sólo vive aquí y en puntos muy aislados de Ibiza. Si hubiéramos venido un mes y medio antes la hubiéramos visto verde y con unas preciosas flores blancas. Ahora nos quedan sus restos aéreos ya secos que aun albergan algunos frutos a punto de dispersarse :


Cardo Santo (Carduncellus dianius), una de las especies botánicas más notables de la comarca. Se encuentra catalogada como Vulnerable en la Lista Roja de Flora Amenazada. 

Las paredes calizas orientadas al mar albergan las especies herbáceas más interesantes. En las fisuras rocosas encontramos a la Sanguisorba ancistroides y a la  Chaenorrinhum crassifolium :





La abrupta bajada hacia la Cova Tallada se prolonga hasta el contacto con el mar. Momento ideal para tomar un descanso y contemplar la belleza y fuerza de la naturaleza :








El mar bate sin cesar los muros rocosos, moldeando fisuras y siluetas. Como si hubiera perdido el reloj, o no le importara el tiempo, una y otra vez. El lento proceso de los agentes erosivos que al cabo de muchos años van cambiando el paisaje sin que lo percibamos.

Si uno no conoce cómo entrar a la cueva, volverá hacia arriba remontando el desnivel bajado. Sin embargo, decidimos pasar entre el oleaje, aprovechando los momentos en los que el agua se retrae. Agarrándonos en la roca y con la mochila bien tapada para que la cámara no se moje.  El momento de pequeño riesgo tiene al final su recompensa : un rincón de auténtico ensueño :



El interior de la Cova Tallada alberga un remanso de agua del mar que penetra en ella desde fuera. Tomamos un baño muy agradable, acompañados de un medusa Aurelia de la que no he podido mostraros fotos. Nos entretenemos acariciando la gran umbela blanca de la medusa (la única parte no urticante) mientras disfrutamos del momento y del lugar.

Como bajo el embrujo de un encantamiento, nos resistimos a abandonar aquel sitio. En esos momentos vienen a mi cabeza todas esas historias de sirenas y hechiceras de arpa que cautivan a los aventureros. Cuando uno se encuentra en la Cova Tallada, en compañía del mar y su música, la imaginación trabaja sin cesar. Las cavernas se adentran aun más hasta saber dónde. Ya que nuestras linternas son bastante malas, decidimos no arriegarnos y salir de la cueva.

Todo lo que sube baja. En este caso, todo lo que baja sube. Emprendemos la parte más dura de la ruta (físicamente hablando). Comenzamos a subir por un camino diferente al que habíamos hecho bajando. La subida es pronunciada y poco a poco podemos ir viendo la costa de Denia. En la zona baja junto al mar crece con profusión la Pastanaga marina (Daucus gingidium = Daucus carota subsp. hispanicus) :










Tres imágenes anteriores : Pastanaga marina (Daucus gingidium)
(Porte, brácteas florales y hojas respectivamente)


Bella imagen de la línea de costa según vamos ascendiendo

Pequeñas vaguadas que en época de lluvias fuertes canalizan las escorrentías hacia el mar se cubren de un matorral formado por Palmitos, Lentiscos, Brezos y otros cuantos de los mencionados antes :


A pesar de haber tenido suerte con el día, a estas alturas ya el calor comienza a molestar un poco sobre todo en el último tramo de la subida. Por fin coronamos Les Planes, una zona llana a 200 metros de altitud que une las laderas del Montgó con la línea de costa. La Torre de Gerro, una edificación medieval que servía como puesto de vigilancia, nos marca el final de la ascensión :


Con el propósito de cerrar la caminata circular andamos un buen rato sobre Les Planes. El matorral es espeso y la ausencia de arbolado nos hace desear una cerveza bien fresca. Pero la flora valenciana nos sigue deleitando con su riqueza y con plantas que aun embellecen los campos con sus flores, como la Clavellinera de pastor (Dianthus broteri) , un clavel silvestre con una flor relativamente grande :


El regreso al punto de inicio y el fin de la ruta nos depara antes una visión un tanto inquietante, la de una urbanización fantasma :


No he tenido tiempo para investigar sobre el tema, pero todo parece indicar que se trata de una urbanización que se construyó y por algún motivo no se llegó a finalizar. Si pensamos mal seguramente se hiciera de manera ilegal o que el proyecto fue echado abajo. En cualquier caso construir una urbanización de este tipo en un espacio como éste:  protegido y con unos valores ecológicos sobresalientes, debería avergonzarnos a todos. Aunque siempre habrá sinvergüenzas por ahí.




3 comentarios:

  1. Hola,

    la foto de la retama loca me recuerda más a una Globularia alypum que a una Osyris alba.

    Un saludo y enhorabuena por tu blog.

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  2. Hola Miguel, muchas gracias por el comentario. Llevas razón. He estado mirando la inflorescencia de la Retama loca y es distinta. Además, las hojas son más lineares que las de la foto. Desde luego que encaja perfectamente con la Globularia. Quizá me haya confundido porque la ví excepcionalmente grande (comparado con los pocos ejemplares madrileños, más escuchimizados). El asunto cuadra debido a las mejores condiciones que debe de tener en el Montgó. He rectificado ya esa parte de la entrada.

    Un saludo.

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  3. Las hojas dentadas eran muy delatoras de Globularia. :) Hace tiempo que no paso por el Montgó, pero creo recordar que era abundante por allí.
    Espero que podais parar lo de Coslada, ánimo.

    Um saudinho desde Compostela!

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