Enclaves naturales de Coslada

(Para más información : en la página principal del blog, he visualizado las etiquetas correspondientes a las entradas sobre los enclaves naturales de Coslada. Si pinchais en una de esas etiquetas aparecerán las entradas dedicadas a ese tema).


 Desde 2009 he venido fotografíando y observando los ya pocos lugares que quedan silvestres en el entorno de Coslada.

Para los visitantes de partes de España , Sudamérica y del resto del mundo... , Coslada es una localidad de casi 100000 habitantes situada más o menos a 12 Km
al Este en línea recta de la cuidad de Madrid, en España.









Ubicación de Coslada en Europa, España y Madrid. Pinchar sobre el mapa para verlo mejor.






Enclaves naturales en el entorno de Coslada, marcados. No son los únicos pero sí los más relevantes y de los que se va a hablar aquí.


Como podeis imaginar, se trata de un entorno muy urbanizado, con muy pocos lugares a salvo del cemento y del asfalto. Aun así, quedan algunos enclaves de especial interés botánico. Mi principal objetivo es hacer un catálogo fotográfico de especies. El material que he ido acumulando durante los 2 últimos años y que seguiré
haciendo mientras tenga tiempo es un montón de fotografías de plantas silvestres y del paisaje salvaje del entorno cosladeño.

El objetivo de esta página, a modo de megaentrada resumida, es compartir con vosotros el entorno natural de este rinconcito del mundo para que lo conozcais. Ya de paso, reivindico desde aquí la importancia de los pastizales y de los eriales, entornos infravalorados por la mayoría de la población. Espero que la información puesta aquí sirva para que la gente comience a valorar la importancia ecológica de estos lugares y luche por su conservación.

¿Y por qué los pastizales?, porque es lo que hay en el municipio de Coslada y su entorno. Como en muchos lugares, el bosque original fue destruido por el ser humano para conseguir tierras de cultivo y pastos. Hoy día, el campo ha sido abandonado y muchas de estas tierras antaño cultivadas y pastoreadas han ido recuperando la vegetación natural que poseían. Cuando un terreno labrado se abandona, con el tiempo las plantas silvestres lo van colonizando. En las primeras etapas son plantas pequeñas, herbáceas, con un ciclo anual. Es decir, la planta germina, crece, florece y fructifica en menos de un año. Tras fructificar muere dejando como legado un montón de semillas que volverán a repetir el ciclo. Tal es el caso por ejemplo, de las Amapolas o los Jaramagos.



Jaramago (Diplotaxis virgata
Con el tiempo, van apareciendo plantas herbáceas con un ciclo bianual y perennes. Estas son plantas  que se mantienen vivas todo el año pero que solamente las vemos durante una época concreta. El motivo es que tienen órganos subterránneos como bulbos, rizomas, tubérculos, que durante las épocas desfavorables almacenan reservas alimenticias. Como ejemplo podemos ver los Ajoporros, la Candilera o los simpáticos Nazarenos. 



La Candilera (Phlomis lychnitis), es una planta herbácea perenne. En primavera brotan sus tallos florales, como los de la foto.

Cuando un pastizal se va enriqueciendo con plantas de este tipo ya es síntoma de una cierta madurez. Este es el caso de la mayoría de los pastizales presentes en Coslada. Así que en esa etapa nos encontramos. Para que veais cómo cambia de aspecto un pastizal a lo largo del año he seleccionado cuatro fotos en diferentes épocas. Todas son de Coslada, y las tres últimas corresponden exactamente al mismo lugar : 





28 de Febrero, aspecto yermo. Sin embargo, muchas semillas, bulbos y yemas están latentes bajo tierra o a ras de suelo esperando su momento.
 




Mediados de Mayo, la floración empieza a eclosionar. Las primeras en hacerlo suelen ser plantas anuales. En amarillo, los Jaramagos. En blanco, Carraspiques.

 
El mismo lugar, dos semanas más tarde. Nos encontramos en pleno apogeo. Unas especies van cediendo el testigo a otras. Se ven los pompones de las Barbas cabrunas y los ramos floridos amarillos de los Astrágalos. Un suelo tapizado de Trigo montesino pone el fondo.



 
16 de Septiembre. El campo está agostado. La mayoría de especies ya han completado su ciclo y las partes aéreas se secan quedando amarillentas. El verano mediterráneo es duro pero las semillas y los órganos bajo tierra podrán aguantar. Todo esta materia seca posteriormente se va descomponiendo por la acción de hongos y bacterias, y se va enriqueciendo el suelo (compost natural).


Como podemos ver, el aspecto de un erial es muy cambiante a lo largo del año.  

Si el entorno es favorable, con el tiempo, las plantas leñosas, todas perennes, van colonizando el suelo. Normalmente primero matas pequeñas, como los tomillos, luego arbustos como las Retamas, Jazmines, etc.
Conforme pasa el tiempo estos arbustos con sus raíces van abriendo el suelo, enriqueciéndolo con nitrógeno y materia orgánica y lo van preparando para que los árboles vayan desarrollándose. Las encinas crecen al abrigo de Retamas, Espinos, Coscojas, aunque es la Retama la que mejor hace de planta nodriza. Así se produce la evolución hacia el bosque, contada de un modo resumido y rápido. Esto que lleva leerlo un par de minutos tarda unas cuantas décadas e incluso más de un siglo para llegar a restituir el bosque primigenio, con un suelo profundo y cubierto por las copas de encinas y  poblado por plantas forestales como las madreselvas, ruscos, aladiernos, etc.





Rodal de tomillar (marcado en la foto con diferente exposición). El tomillo es una mata con base leñosa. 


La conversión paulatina en bosque de modo espontáneo está lejos de suceder en el entorno de Coslada ya que los pocos pastizales desarrollados que quedan, son poco extensos y están aislados de cualquier zona forestal en bastantes kilómetros a la redonda. Entre los cuales hay autovías, edificios, calles.....Así que es muy poco probable que una bellota aterrice por casualidad en cualquier erial cosladeño. Aun así hay un lugar que conserva vestigios de bosque mediterráneo, y es una excelente referencia para averiguar la vegetación autóctona forestal de la zona. Hablaremos de él más adelante.





Vestigios de monte mediterráneo junto al Palacio del Negralejo. Ladera formada por Coscoja, Encina, Espino Negro, Jazmín silvestre...Legado y excelente muestra del bosque primitivo que  existió en Coslada.
 


A la hora de analizar la flora del municipio de Coslada hay que tener en cuenta a mi juicio dos aspectos significativos que influyen en la composicion florística : 1) el tipo de suelo, 2) la cercanía a la Cañada Real Galiana.


1) El suelo de Coslada es poco habitual. Se trata de un material denominado por los geólogos arcillas verdosas,  marrones y grises. Estas arcillas están compuestas por unos minerales llamados filosilicatos. Son compuestos complejos formados por muchos elementos distintos aunque podemos reseñar la presencia de Magnesio. A los filosilicatos se les unen algo de yeso, carbonatos, dolomía y sílex. El suelo tiene un pH básico, el Calcio está presente. Este tipo de suelos son ricos en nutrientes y albergan una flora variada y con la presencia de algunas especies excepcionalmente raras (lo veremos más adelante).


2) La presencia de la Cañada Real ha traido durante siglos a estas tierras la trashumancia. El ganado ha llevado semillas de plantas de un sitio a otro y ha debido de contribuir a enriquecer la flora cosladeña. Es muy probable que los animales pastasen en torno al Arroyo Teatinos y bebieran agua en dicho arroyo o en la laguna de El Esparragal. Muchas plantas utilizan semillas o frutos que tienen la capacidad de agarrarse al pelo de los animales. Ponga unas ovejas y unas cabras a pastar y el viaje de la semilla está garantizado.


Ahora que comprendemos un poco la globalidad, vayamos a cada caso particular. Esto interesará más a los vecinos de Coslada, que conocerán o tendrán acceso a estos enclaves fácilmente. De todos modos, cualquier persona que pretenda pasear o estudiar pastizales verá que se trata de lugares muy interesantes. Durante estos dos ultimos años he visitado principalmente tres enclaves, desde mi punto de vista los más notables del municipio y su entorno.  El Parque del Humedal, los pastizales al Norte del Centro de Transportes de Coslada, y los cerros junto al Palacio del Negralejo (junto con sus prados aledaños). También he visitado, aunque solo una vez, los campos junto a la Cañada Real Galiana (zona del Cerro de la Herradura) . En adelante, para ahorrar, podré llamar al Parque del Humedal  : PH ; a los pastizales junto al Centro de Transportes : CTC ; ,los Cerros del Negralejo : Neg y los Campos de la Cañada Real Galiana (Cañ). Son de estos sitios de los que voy a hablar aquí para poner de manifiesto su valor y la necesidad de que no se urbanicen ni se transformen en jardines corrientes. Todas las fotos que vereis aquí han sido tomadas en estos mismos lugares.

PARQUE DEL HUMEDAL


El Parque del Humedal, nombre como se le conoce oficialmente al Bosque del Humedal, es un pastizal sobre suelos arcillosos en el que hay presente los restos de una antigua laguna endorreica. De dicha laguna, conocida como Laguna de El Esparragal, nacía hasta hace no mucho un arroyo que surcaba el municipio : el Arroyo Teatinos. Este arroyo transitaba Coslada en dirección más o menos SW-NE, para luego girar al Este y desembocar en el río Jarama. Con las sucesivas urbanizaciones y planes urbanísticos aledaños, el arroyo se canalizó por el alcantarillado y la laguna perdió mucha agua. De hecho, la laguna ya es un mero recuerdo. Hoy día ya no se ven láminas de agua. Como legado ha quedado una pradera de Juncos churreros que mantiene cierto frescor local y condiciones distintas a la de las praderas secas de alrededor. 




 Foto de la parte Sur del Parque del Humedal. En primer plano : junquera de Juncos churreros, más verde y húmeda. Al fondo, la pradera ya agostada . Observar el cambio de tono que indica la diferencia de humedad. Imagen tomada en Julio de 2010.



Junco churrero (Scirpoides holoschoenus), en flor, a principios de Julio. Se llama Junco churrero porque antiguamente sus tallos se utilizaban para ensartar churros.

  El Parque del Humedal son : praderas, junqueras y plantaciones de Árbol del Paraíso y Pino Carrasco. Estas dos especies introducidas por el ser humano y más o menos asilvestradas.






Bosquete de Árbol del Paraiso (Elaeagnus angustifolia). Especie introducida en este lugar procedente de Asia. Aun así, ha conseguido asilvestrarse y formar parte del entorno natural sin perjudicar al resto de la flora. Algunas aves, como los alcaudones, han utilizado sus espinas para clavar sus presas. 




En el mes de Mayo, cuando florece, el Árbol del Paraíso carga el ambiente de un aroma muy agradable.
 


 Pinar de Pino Carrasco (Pinus halepensis) de repoblación en el Parque del Humedal. La densidad del pinar proyecta una sombra importante en el interior que reduce la biodiversidad vegetal, mucho más alta en las praderas descubiertas. Una densidad menor (pinar adehesado) hubiera sido mejor opción.


A pesar de la pérdida de agua, que es lo peor que le podía haber pasado a este sitio, el PH conserva una flora muy rica y variada  en sus praderas. En las mismas conviven pastos de una gran gama de plantas anuales y perennes con algunos rodales de tomillar. El tomillo que encontramos es el tomillo salsero (Thymus zygis). El mes de Mayo en el PH es un agradable mosaico de colores y olores. Aquí va una muestra colorida de fotografías de algunas de las especies y paisajes que podemos ver en los meses de Mayo y Junio, los más productivos :


Matthiola fruticulosa  (Alhelí triste)


 Tragapogon porrifolius (Barba cabruna)


Biscutella auriculata (Hierba de anteojos)


Hippocrepis commutata (Quebranteherraduras)

Esta foto ha sido tomada por mi compañero J.A. Lapeña.

Adonis flammea



Ornithoglaum narbonense (Leche de pájaro)


Thymus zygis (Tomillo salsero)


Astragalus stella


Nigella gallica (Ajenuz)


Son una pequeña muestra entre las 248 especies diferentes de plantas identificadas hasta la fecha en el PH.
El interés de un pastizal como el PH no solo radica en el número de especies distintas que hay. Si no también en la presencia de algunas plantas raras en la Comunidad de Madrid y en la Península Ibérica. Existen plantas que podemos considerar joyas botánicas, con poblaciones abundantes aquí y escasas o inexistentes en la mayoría de puntos de la región madrileña y española. Veamos algunas. Una de las más raras es la Serradella blanquecina (Klasea flavescens subsp. flavescens), que florece a mediados de Junio. Es una especie perenne y rizomatosa, que cuando la observemos veremos un montón de tallos juntos con flores que brotan del mismo rizoma. A pesar de ser rara en la Comunidad de Madrid y en España, en Coslada cuenta con una población interesante, destacando los enclaves del Bosque del Humedal y el Parque del Cerro :


Bonita planta, parece un cardo pero no pincha. Sus hojas en realidad son suaves. Esta planta es exquisita con el tipo de suelo en el que crece. Debe ser arcilloso y contener algo de yeso. Estos suelos no son muy abundantes pero aquí en Coslada sí. 

Los lugares donde crece la Serradella blanquecina tienen algo en común : arcilla, yeso y presencia de Mg en el suelo.


El Cardo yesquero (Echinops strigosus; aunque el nombre de cardo yesquero se usa más para su pariente Echinops ritro. Lo usaré también para el que tratamos aquí), es una especie más esperable de observar en Andalucía, o más al Sur que la Comunidad de Madrid. Sin embargo, existe en el entorno de Coslada una población aceptable. En el PH aparece una población en las praderas situadas más al Sur :


Se le reconoce fácilmente por su "cabeza redonda".


Rodal de Echinops strigosus en el Parque del Humedal.

 
Otro cardo poco común se encuentra asociado a los Juncos churreros. Suelen compartir espacio cuando el nivel freático no es demasiado alto. Se trata de Cirsium pyrenaicum :




Esta planta supone un manjar abundante para los jilgueros y otros fringílidos en verano. Las aves se posan encima de la planta a devorar sus semillas. El picoteo remueve los frutos y bastantes de ellos salen volando y caen al suelo, donde brotarán nuevas plantas. De ese modo, el pájaro come y contribuye a la dispersión de la especie.

Los suelos arcillosos en los que se mezclan filosilicatos, sílex, yeso y dolomía, dan lugar a una flora interesante y poco común. Algunas de estas especies suelen estar en los inventarios botánicos de estos enclaves, como el extinto Cerro Negro, en la parte Sur de Madrid. Podemos citar dos especies de estos Anales que se encuentran en el Parque del Humedal, la Linaria Caesia, con una población muy escasa en el PH y la Esparceta gris (Onobrychis matritensis), más abundante:


Linaria caesia

Onobrychis matritensis (Foto : J.A. Lapeña)

Otra planta escasa en la zona y que solo ha sido vista dentro del entorno de Coslada en el Parque del Humedal es la Centaurea scabiosa, con una población muy escasa (solo unos pocos ejemplares). No la he visto hasta la fecha en ningún otro lugar del municipio : 

 


Podemos ver en la foto la elegante inflorescencia. Las flores tipo cardo, tipo margarita y tipo diente de león pertenecen a la familia botánica de las Compuestas. En realidad lo que a simple vista nos parece una flor en realidad son muchas flores pequeñas juntas. En la foto se observan muy bien las flores indivuduales.

En praderas como estas encontramos algunos comportamientos ecológicos interesantes. En primer lugar, ya vemos que la composición florística son sobre todo plantas herbáceas que necesitan abundante luz del sol para crecer. Estas especies no pueden prosperar en suelos umbríos de bosques ya que no llega suficiente luz al suelo. En el PH podemos contrastar el cortejo florístico del suelo debajo del pinar, muy pobre en especies, con el de las praderas soleadas, mucho más rico. En este tipo de plantaciones de pinos los árboles se plantan tan juntos que la luz llega muy debilitada al suelo y éste aparece rácano y cubierto de un manto de acículas (hojas de los pinos). Eso tampoco beneficia a los propios pinos, ya que cuanto adquieren cierto porte la competencia por los recursos es tan feroz que no se desarrollan bien. Otro aspecto es que una plantación de una única especie favorece las plagas, como la Procesionaria del pino.  Convendría realizar plantaciones con más espacio entre los pies (en el lenguaje forestal, con menor fracción de cabida cubierta) ya que en el caso del pinar del PH no cumple una función antierosiva urgente como sucede en laderas de montañas desnudas con fuerte pendiente. Caso por ejemplo de bosques protectores que se han plantado en el Sureste español para prevenir la erosión. 

Volvamos al tema que introducía el párrafo anterior, el de la ecología de los pastizales. Las plantas utilizan algunos métodos para dispersarse curiosos y eficaces. Unas son plantas estepicursoras, es decir, plantas que dispersan las semillas dejándose rodar por el suelo. Es un método efectivo en un espacio abierto. El ciclo es sencillo : la planta cuando llega el momento desarrolla un tallo con flores y lustroso. Florece, fructifica, y tras madurar éstos el propio tallo se rompe por la base (la planta debilita a posta su propio tallo y cualquier ráfaga de viento o golpe lo parte) y se deja rodar. Existen varias especies que hacen esto, entre ellas, podemos citar a la Hierba del viento (Phlomis herba-venti) y al Cardo corredor (Eryngium campestre) :

 
Estupenda mata en flor de Phlomis herba-venti



 Cardo corredor (el propio nombre ya le delata), con mariposa Blanquiverdosa (Pontia daplidice) libando sus flores.


El Cardo corredor no solo es interesante por esto. Como bien saben los aficionados a las setas, la Seta de cardo (Pleurotus eryngii), crece sobre las raíces muertas de esta planta. Aun no he observado este hongo en el Parque del Humedal, posiblemente porque no he salido mucho a ello y además el ambiente es seco.

Las anécdotas con el Cardo corredor no terminan aquí. Una de las especies que más afición crea en la gente es el Jopo. Se trata de plantas parásitas sin hojas, que se alimentan de la savia de otras plantas vivas. El Cardo corredor tiene su propio parásito, la Orobanche amethystea subsp. amethystea. Allá donde veamos Cardos corredores, es posible que alrededor veamos una cosa más o menos cilíndrica que podríamos confundir a bote pronto con un hongo. Pues no es un hongo, es una planta con flores y está parasitando al cardo :


No falla, a la izquierda hojas de Cardo corredor. Pegadas a su derecha, Orobanche con sus flores amarillentas.


Detalle de una familia de Jopos.

A parte de dejarse rodar, el tener frutos que vuelen o que se agarren a un animal o persona que pase por allí tampoco es mala solución para dispersar semillas y colonizar nuevos territorios. De hecho funciona muy bien. Los frutos aerodinámicos son habituales. Todos conocemos los molinillos de los Dientes de León, que al soplarlos salen despedidos todos los frutos. La Barba cabruna (Tragopogon porrifolius), es una planta que se abre en un momento concreto del día y aparece cerrada el resto (que es casi todo el tiempo). Desarrolla unas cabezuelas de frutos voladores muy llamativas :



Cada uno de estos frutos está formado por la semilla terminada en un pequeño mucrón (garfio) y un paraguas llamado vilano, que es lo que hace de vela :




Existen otros frutos con forma aerodinámica pero menos efectiva. La Lomelosia (en el PH existen 3 especies : Lomelosia simplex, L.stellata y L.diravicata), también llamados Farolillos, son una especie muy abundante en el PH :




En la foto, se ha superpuesto una imagen de la misma planta cuando está en flor. Cada fruto está dotado de una estructura papirácea denominada involucelo. Este "papel" es ligero aunque alcanza poca distancia. El fruto también tiene un sistema de agarre.


Otras plantas se han especializado totalmente en agarrarse a un incauto que pase por allí. Las plantas al no poder moverse utilizan en este caso a los animales para dispersar sus frutos. La gramínea Aegilops geniculata (Trigo montesino), o el Arrancamoños (Xanthium spinosum) son claros ejemplos de frutos que son capaces de clavarse en nuestra ropa, o en el pelo de un animal :


El Trigo montesino tapiza buena parte del suelo de las praderas del PH durante Mayo y Junio. En la foto se ven otras especies asomando en medio del mar de Aegilops sp.




Arrancamoños (Xanthium spinosum). Observar los garfios que tiene el fruto. Pinchar en la foto.


En las praderas , el diente del ganado ha sido habitual hasta hace muy poco. Las plantas frescas eran devoradas por las ovejas o las cabras. Así que han tenido que inventar estrategias para defenderse de un animal. Una muy utilizada, es tener espinas o cerdas muy rígidas y ásperas. Muchos cardos tienen buenas espinas que tendrán un efecto disuasorio para todo herbívoro que se lo quiera comer. Un tacto áspero y pinchudo no agrada a nadie. Los animales preferirán comer otras hojas más tiernas. La disposición de las espinas constituye todo un arte. Veamos algunos diseños :



Toba (Onopordum acanthium)


Arzolla (Centaurea ornata)


Gatuña (Ononis spinosa)



Viborera (Echium asperrimum), recubierta de cerdas rígidas , ásperas y pinchudas al tacto


El tener pinchos tiene su razón de ser. Los pelos y pinchos también sirven de protección contra la deshidratación. Hacen que la superficie de la planta sea más clara, reflejando más la luz del sol y es síntoma de cutículas y capas de la epidermis más resistentes y gruesas.


Otra táctica es ser venenoso, un ejemplo común en pastizales es la Hierba de Santiago (Senecio jabobaea) :




 
Senecio jacobaea


En definitiva, esto muestra las estrategias que ponen en marcha las especies para sobrevivir. Algunas de ellas son realmente espectaculares y artísticas, como veremos a continuación.


Las orquídeas son las plantas más sofisticadas (y bellas) que se conocen. Aunque la belleza es algo muy subjetivo, casi todo el mundo queda fascinado por ellas. Y no es para menos. En el Parque del Humedal, hemos encontrado tres especies de orquideas, todas pertenecientes al género Ophrys. Son orquideas comunes en nuestros campos pero que no dejan nunca de fascinar por su diseño:





Fotos : José Antonio Lapeña. De arriba a abajo : Ophrys speculum, O. lutea y O.sphegodes.



Su táctica se basa en engañar a los insectos, que confunden la flor con una hembra de su especie y acuden a copular con ella. Pero en realidad lo que están haciendo llenarse de polen de la orquidea y polinizar la siguiente que visiten (¡su estrategia se basa en el engaño!). Esta estrategia es realmente fascinante. Las plantas logran lo que pretenden, engañar al insecto y atraerlo. Además, estas orquideas emiten una feromona que imita a la de la hembra en cuestión. Pero lo realmente asombroso es que estos olores no son idénticos, sino muy parecidos entre un ejemplar y otro que esté cerca. De ese modo el bicho tropezará más de una vez en la misma piedra (Fuente : La vida privada de las plantas, de D. Attemborough)

Este tipo de orquideas duran muy poco en flor, y observarlas muchas veces es una cuestión de suerte, de pasar por el lugar adecuado en el momento preciso.



PASTIZALES DEL CENTRO DE TRANSPORTES


Lugar destruido y convertido actualmente en solar. En el momento en que se escribió esta entrada, aun no se había arrasado para ampliar el CTC (fue unos meses más tarde). A pesar de la lucha mantenida durante años por grupos de vecinos y organizaciones ecologistas para salvar este enclave, los políticos de la Comunidad de Madrid, de Coslada y el grupo farmaceutico COFARES, decidieron seguir adelante con el plan urbanístico, a sabiendas del tesoro botánico y entomológico existente aquí. He decidido mantener el texto original intacto y el testimonio de las fotos de lo que fue este lugar en su esplendor.

Los pastizales junto al Centro de Transportes de Coslada son muy similares en cuanto al tipo de suelo y composición florística respecto al PH. Sin embargo, el CTC tiene algo que lo hace aun más singular.


La flora más interesante del municipio y una de las más raras de la Comunidad de Madrid se halla aquí.

Al igual que el Parque del Humedal, nos encontramos con praderas sobre suelos arcillosos (esta vez sin junqueras) pero con algunas diferencias en la composición química de las arcillas. En este lugar encontramos arcillas verdes y marrones mezcladas con grises. No sé si esta diferencia química es determinante para que aquí sucedan cosas extraordinarias. Este enclave aporta especies muy singulares, dos de ellas amenazadas de extinción :

La Morra (Cynara tournefortii) es una alcachofa silvestre vivaz que se encuentra Catalogada en Peligro Crítico de Extinción en la Lista Roja de Flora Vascular de 2008 editada por el Ministerio de Medio Ambiente. Es endémica de la Península Ibérica. Existen poblaciones dispersas en Andalucía, Badajoz y aquí en Madrid aparece en este pastizal de Coslada.


Cynara tournefortii, en flor, en el Centro de Transportes de Coslada.

La Malvella sherardiana es una pequeña Malva rastrera de ciclo estacional que en España solo habita en algún punto disperso de Ávila, Andalucía, y en Madrid solamente vive en este pastizal de Coslada. Esta especie se daba por extinta en la región madrileña desde hace más de 150 años hasta que se descubrió la población del CTC. Se encuentra catalogada como Vulnerable en Lista Roja de Flora Amenazada de 2008. Sin embargo, es muy posible que su situación sea bastante más crítica. Estas dos plantas se han visto muy afectadas por el cambio de modelo agrícola, basado en altas dosis de fertilizantes y pesticidas. Esto ha sido fatal para estas dos plantas arveneses, que han pasado de ser comunes antaño a estar ahora al borde de desaparecer para siempre. 


Malvella sherardiana


Podemos contar en torno a 200 ejemplares de cada especie en unas 10 Has de terreno, lo que convierte a este lugar en la salvaguarda  de la extinción en Madrid de las dos especies. Aun así, la Comunidad de Madrid, con el consentimiento del Ayuntamiento del municipio, lleva años queriendo ampliar el Centro de Transportes de Coslada,  lo que supondría la destrucción de estas praderas y la extinción en Madrid de las plantas. Ambas Administraciones conocen desde hace bastante tiempo  la existencia de las especies amenazadas pero no han estudiado ninguna alternativa para la ampliación. La empresa Cofares (curiosamente una empresa vinculada al sector farmacéutico, cuya razón de ser es la biodiversidad vegetal), pretende instalar sus almacenes en el enclave. Hablaremos de este tema y otros relacionados al final del post. De momento sigamos con la ecología. 



Campos del CTC, con ejemplares de Cynara tournefortii en primer plano


Cynara tournefortii, a la izquierda. Malvella sherardiana a la derecha.


Lo dicho respecto a comportamiento ecológico de las plantas en la sección del Parque del Humedal, es válido también para el CTC. 

Las praderas del Centro de Transportes de Coslada cuentan en tan solo 10 Has de terreno con más de 200 especies vegetales. Muchas de ellas también están en las praderas del Parque del Humedal, sin embargo en el CTC existen unas cuantas especies que no podemos ver en ningún otro lugar del municipio y que son extraordinarias rarezas botánicas en la zona Centro. A parte de las ya nombradas Cynara y Malvella, contamos una pequeña población de Tagarnina (Scolymus maculatus ), el hermano del Cardillo (Scolymus hispanicus) : 



Tagarnina (Scolymus maculatus)



Comparación entre el Cardillo (Scolymus hispanicus) y la Tagarnina (a la derecha sobre el círculo)


La Tagarnina, pese a ser una espcie no rara en Andalucía, en Madrid es muy escasa. Es una de las plantas más raras de ver en Madrid y aquí es una auténtica joya. Como se ve en la foto, la disposición espinosa es muy diferente. Cuando esta planta se seca ofrece un aspecto hermoso a la vez que amenazante :




La Geropogon hybridus, es otra de las especies excepcionalmente raras que encontramos únicamente en los pastizales del CTC. Es muy parecida a la Barba Cabruna (Tragopogon porrifolius) :







Comparación entre Geropogon hybridus (izquierda) y Tragopogon porrifolius (derecha). La de la izquierda es una rareza, la de la derecha es común. Pinchar en imagen para apreciar mejor la diferencia.




Otra de las especies botánicas que tiene su último refugio en la Comunidad de Madrid en este lugar es Teucrium spinosum.  Según la Aproximación al Catálogo de Plantas Vasculares de la Provincia de Madrid, una monografía ya descatalogada editada por la entonces Consejería de Agricultura y Ganadería de la Comunidad de Madrid, publicada en 1982. Dice, sobre Teucrium spinosum :

"Localizada en Cerro Negro, Vallecas. No hemos visto esta especie, que parece estar confinada al SO y CS de la Península, dentro de su área española siendo frecuente en cultivos y barbechos de los sectores de facies flysch al Sur del Guadalquivir" . Cerro Negro ya es historia. Era un paraje situado entre lo que es hoy la Estación de Delicias y Mercamadrid. Estas fotos, han sido tomadas en las praderas del CTC (pinchar enlace) :

Teucrium spinosum


El Carraspique es una crucífera que florece en el mes de Abril. Es una planta usada en jardinería. Existen muchas especies silvestres de Carraspiques, aquí tenemos la Iberis pectinata :


Otras especies interesantes que incorpora el Centro de Transportes son : el Gladiolo y el Poleo :



Gladiolo de campo (Gladiolus cf. illyricus)


Poleo (Ziziphora hispanica). Es un endemismo ibérico.




Floración espectacular de Linaria caesia (flores amarillas), una planta poco habitual pero que en el Centro de Transportes de Coslada florece de manera explosiva. Foto : 16/04/2011



Cynara tournefortii, Malvella sherardiana, Teucrium spinosum, Onobrychis matritensis, Linaria caesia, Scolymus maculatus, Klasea flavescens, Echinops strigosus, Geropogon hybridus,entre otras, son plantas raras, muy poco habituales, que afloran aquí con poblaciones generosas y de una manera inesperada caracterizando una comunidad de vegetal única aun no clasificada por la fitosociología vegetal.  La única solución para este enclave es su protección, y no tomar medidas de "cortar y pegar" trasplantando ejemplares en otra parte. Porque más allá de una o varias especies, es el conjunto en sí lo que añade aun más valor a este paraje.


 
Para más información, no dejeis de ver esta entrada :

Testing CTC 30/05/2010


CERROS DEL NEGRALEJO


Después de algo más de dos años observando la flora de Coslada y su entorno, no puedo dejar de fascinarme con el paraje del que os voy a hablar a continuación. Situado entre San Fernando de Henares y Rivas-Vaciamadrid, junto a la carretera M-206, este lugar, del que he mostrado  fotos en algunas entradas de este blog, es una buena joya para los amantes de la botánica.

En realidad, administrativamente pertenece al Término Municipal de Madrid, pero su cercanía a Coslada y su conexión (cortada ahora por la M-45) con las pastizales arcillosos aledaños, pero sobre todo su enorme riqueza, no pueden pasar desapercibidos aquí.

Nos encontramos ante unos cerros de yeso. Para comprender este sitio y hacer una buena interpretación de él lo mejor es que se coja un mapa topográfico de esta zona de la Comunidad de Madrid. Se observa que en la confluencia de los ríos Jarama y Henares y después a lo largo del curso bajo del Jarama, existen numerosos cantiles de yeso cuya cara da al Este. Los rios han erosionado de manera distinta la parte derecha de su curso (si miramos aguas abajo) que la izquierda. Eso es debido al basculamiento de la placa ibérica hacia el Oeste (por ese motivo el Tajo desemboca en el Atlántico y no en el Meditaerráneo). Esta ligera inclinación es suficiente para que el poder erosivo del río aumente a favor de la inclinación y horade cortados (cantiles) en esta parte, dejando la otra con un relieve mucho más suavizado.


En esta parte del mapa existen una serie de cerros  en dirección Norte-Sur. La secuencia Cerros del Negralejo, Los cerros del Cristo de Rivas, Cerro del Telégrafo, Santa Ana, El Piúl...ofrecen un patrón similar de cuesta orientada al Sur, vaguada, cuesta orientada al Norte. En función de lo abruptas que sean esas cuestas el suelo se ha desarrollado más o menos prevaleciendo en las cuestas al Sur comunidades vegetales más xerófilas (amantes de la sequedad) y termófilas como los espartales de Stipa tenacissima.



Paisaje hacia el Sur desde los Cerros del Negralejo. A la izquierda la carretera M-206. Se observan las ondulaciones de las cuestas de yeso, menos abruptas en primer plano. Al fondo se ven los cantiles de yeso del Cerro del Telégrafo y más aun la zona de El Piul, en Rivas-Vaciamadrid. A la izquierda de las elevaciones, la vega del Jarama. A pesar de que el paisaje esté cortado por las autovías, se observa una unidad paisajística más o menos homogénea.


Vista panorámica de los Cerros del Negralejo. A la izquierda, ladera orientada al Sur, desprovista de vegetación arbustiva con espartales y jabunales. A la derecha, con orientación Norte, coscojar con encinas. Entre medias, vaguada con vegetación halo-higrófila. Para apreciarlo mejor pinchar en la foto.


Así que lo que observamos es una cara orientada al Sur, con el suelo más desgastado y el yeso aflorando en la superficie, lo que se traduce en comunidades vegetales termófilas y gipsófilas (espartales, jabunales, y plantas especialistas del yeso). En la cara Norte encontramos una vegetación más facultativa y normalmente más evolucionada. En el caso de los Cerros de Negralejo existen buenas manchas de coscojar, algunas encinas, espinos, jazmines, hierba de las siete sangrías, Retamas, Efedras.... en definitiva, una vegetación forestal que indican suelos más profundos en los que la presencia del yeso ya influye mucho menos porque hay un horizonte orgánico desarrollado.



En la cara Sur se desarrollan espartales y zonas de jabunal.



Atocha o Esparto (Stipa tenacissima)  (Foto : mes de Abril)







Jabunal sobre suelos de yeso. Mes de Diciembre.



Coscojar y matorral mediterráneo en la cara Norte


Entre medias, en las vaguadas, las aguas que bajan de los cerros cargadas de iones sulfato procedentes del yeso y otros iones provocan la acumulación de agua y sales en dichas vaguadas. Más humedad y salinidad, que provoca la presencia de especies como la Siempreviva (Limonium dichotomum) , la Lavatera triloba, el Junco redondo (Juncus acutus) o la Juncia morisca (Schoenus nigricans), y por supuesto el tandem Junco churrero (Scirpoides holoschoenus)-Cirsium pyrenaicum, que ya habíamos visto también en el Parque del Humedal.



Rodal espeso de Siempreviva (Limonium dichotomum), mancha clara. La foto es de primeros de Abril, época en la que esta planta está seca. La Limonium es una especie que indica salinidad en el terreno. Crece al pie de los cerros de yeso, donde la combinación acumulación de sal y humedad edáfica es idónea.



Detalle de Limonium dichotomum a finales de Junio, cuando florece.




En las vaguadas entre cuestas, aparece vegetación higrófila comandada por los juncos. Se aprecia perfectamente el contraste de tono.


Un esquema que se repite en la secuencia de cerros hacia Rivas-Vaciamdrid, pero lo curioso es que cada uno tiene sus particularidades y especies que solamente podemos verlas en ese cerro y no en otro. Así que aunque exista este patrón general es falso pensar que visto un cerro de éstos hemos visto todos. Esto hace aun más interesante la flora del Sureste de Madrid (para más información visitar de la web de ARBA Bajo Jarama).

Los Cerros del Negralejo poseen una importancia ecológica sobresaliente por varios motivos :

1) Conservan vestigios del bosque original que existió en Coslada antes de talarse y ofrece una estupenda guía para elegir bien las especies y la forma de plantarlas. Ya que no solo nos enseña las especies si no que también cómo se están asociando unas especies con otras para desarrollar el bosque. Es un auténtico libro abierto que nos muestra en cada rincón el importante papel que juega la asociación y la protección entre unas plantas y otras a la hora de crecer en un ambiente mediterráneo. En el que la Retama de bolas juega un papel muy importante como planta nodriza.  Los mecanismos de ayuda mutua juegan un papel mucho más importante en este caso (y en otros muchos) que los de competencia. Como decía la madre de un sabio indio : "la naturaleza es nuestra mejor maestra".  Aunque parece que de momento no parecemos muy dispuestos a hacerla caso e imitarla.



Espino negro (Rhamnus lycioides) , en flor, a mediados de Abril. Es un arbusto típico del encinar manchego.



Espino albar o Majuelo (Crataegus monogyna) , cuajado de flores blancas, en la cara Norte de los Cerros del Negralejo.



Coscoja (Quercus coccifera)



Encina (Quercus ilex subsp. ballota)







Encina creciendo bajo una Retama. Otra encina algo más desarrollada a la derecha. La protección de la Retama favorece el crecimiento del bosque, del encinar.




 

Aquí la Coscoja crece bajo la Retama, cuyos tallos emergen por encima del follaje de la quercínea. 






La Retama tembién protege a Almendros, como éste que crece bajo sus pies. 




 


En el monte mediterráneo la ayuda mutua entre las especies es esencial para que el bosque evolucione. Las especies se protegen unas a otras en las primeras etapas de su desarrollo. Una encina joven agazapada entre arbustos espinosos tiene más posibilidades de salir adelante. En esta imagen se ve creciendo juntos a la Coscoja, al Jazmín silvestre, retamas, espino negro... Los arbustos y árboles en lugar de disponerse uniformemente  van creciendo en grupos, muchas veces entremezclando su ramaje.



2) Existen especies muy interesantes, como la Ephedra nebrodensis, representante de una clase antiquísima de plantas que están aquí desde antes de los dinosaurios. También una población nada desdeñable de Tulipán silvestre (Tulipa sylvestris subsp. australis) , una especie bastante rara por esta zona. Y un catálogo florístico de más de 200 especies diferentes de plantas, en un reducto más reducido aun que el del Parque del Humedal. Y seguramente más cosas que nos queden aun por ver. Aquí va una muestra de algunas especies que aporta este lugar que no hemos visto ni en el Parque del Humedal ni en el CTC :



Detalle de los tallos de la Efedra. Las hojas son tan minúsculas en estas plantas que ni se ven. Los tallos asumen tareas fotosintéticas. Las Efedras son de las plantas más antiguas que se conocen. Gracias a estas plantas, tenemos hoy día la Efedrina, una sustancia muy utilizada para tratar diversas enfermedades. Actualmente la Efedrina se obtiene por síntesis.



Tulipán (Tulipa sylvestris subsp. australis), una de las joyas botánicas de los Cerros del Negralejo.






Centaurium quadrifolium






Ajo de culebra  (Allium roseum)






Floración masiva de Cleonia lusitanica, en los Cerros del Negralejo.





Uña de gato (Sedum sp.)



Ruda de Romero (Haplophyllum linifolium)


Nos encontramos sin duda ante un paraje espectacular donde podemos ver a lo largo de la primavera floraciones masivas de Allium roseum, Nigella gallica, Tulipa sylvestris o Cleonia lusitanica (plantas de gran belleza), dependiendo del momento en el que se produzcan las lluvias. En definitiva, una joya de la biodiversidad en el entorno cosladeño y a muy poco de la urbe madrileña. 



CAMPOS DE LA CAÑADA REAL GALIANA 


Estos pastizales se unen directamente a los Cerros del Negralejo (ver mapa al principio de la entrada las dos zonas marcadas más al Sur)

Se trata de unas praderas de extensión generosa situadas al Sur de la carretera M-45 y al Este de la Cañada Real Galiana. Este lugar también esconde un gran potencial y   es un sitio de gran belleza (ver http://lospaseosdeeritaco.blogspot.com/2011/05/un-paseo-por-la-pradera-ii-astragalos.html, en este mismo blog.).

El paisaje está compuesto por praderas y por buenos retamares de Retama sphaerocarpa.  Existen algunos rodales de tomillar de Tomillo salsero (Thymus zygis), ejemplares bastante hermosos de Astrágalo (Astragalus alopecuroides), grandes poblaciones de Aristolochia pistolochia, planta nutricia de la Mariposa arlequín, especie protegida en la Comunidad de Madrid. Sus praderas también cuentan con especies raras como el Cardo yesquero (Echinops strigosus) , Onobrichys matritensis, la Minuartia Hamata , y la cada vez más escasa Centaurea cyanus.
Los Retamares de Retama sphaerocarpa pertenecen al Hábitat de Interés Comunitario 5330. Matorrales termomediterráneos y pre-estépicos.

Pastizal con Retamas.  Al fondo ya se aprecia un verdadero Retamar de Retama de bolas (Retama sphaerocarpa)(Hábitat de Interés Europeo 5330). La presencia de esta planta hay que verla siempre con muy buenos ojos. El suelo está evolucionando y enriqueciéndose. La posibilidad de que se desarrolle el bosque está garantizada. Foto : Campos de la Cañada Real.



Minuartia hamata
 




Tomillar de Tomillo Salsero sobre suelo arcilloso-dolomítico con sílex en la zona del Cerro de la Herradura (Campos de la Cañada Real Galiana). El Cerro de la Herradura es un lugar de protección geológica.



 Astrágalo de Narbona (Astragalus alopecuroides). Esta especie aparece en todos los enclaves estudiados aquí, pero donde he visto los mejores ejemplares es en la zona del Cerro de la Herradura.



Detalle de los tallos y flores del Astrágalo (Astragalus alopecuroides).

 


CONCLUSIONES Y REFLEXIÓN FINAL





Desde que llevo observando pastizales y enclaves como los que hemos visto aquí, he podido constatar en primera persona la importancia que tiene conservar estos lugares.

Los efectos derivados de estas cotas tan altas de biodiversidad vegetal se traducen sin duda en un ecosistema rico en fauna. Los insectos dependen de las plantas para sobrevivir : el néctar y el polen de las flores de las plantas les dan alimento, muchos insectos en fase de larva se alimentan de hojas vegetales o de su savia, otros utilizan las plantas para poner sus huevos (como la llamativa mariposa Gran Macaón, que hace sus puestas sobre el Hinojo), o la Mariposa Arlequín, que no podría vivir sin las Aristoloquias.






Gran Macaón (Papilio machaon), descansando sobre un tallo seco de Aguavientos. La foto es del CTC al atardecer.
 




Mariposa arlequín (Zerynthia rumina). Especie protegida en la Comunidad de Madrid. Depende para su supervivencia de la Aristoloquia (Aristoloquia pistolochia). Foto : Parque del Humedal. 





Arisolochia pistolochia, planta nutricia de la Mariposa Arlequín. Sus poblaciones más importantes en Coslada están en el PH, CTC y praderas entre los Cerros del Negralejo y la Cañada Real. Foto : campos de la Cañada Real.





Las flores de los cardos son muy deseadas por multitud de mariposas, como este licénido de la foto. Gracias al néctar de los cardos las mariposas adquieren la energía necesaria para completar su ciclo reproductor. Foto : Parque del Humedal. Se observa la lengua (espiritrompa) de la mariposa libando la flor.






Las flores de la Cañaheja (Thapsia villosa) son muy apreciadas por los insectos. En el centro de la foto, el escarabajo Heliotaurus rufficolis. Praderas del CTC.








Los insectos utilizan las plantas de los pastizales para realizar sus actos sexuales, como estas dos chinches.






Abeja refugiada en esta flor de Andryala ragusina, una tarde nublada de Mayo en el Parque del Humedal.




Diversidad botánica implica diversidad de insectos y esto tiene efectos beneficiosos para el ecosistema : las plagas están más controladas y la presencia de aves está garantizada. Casi todas las aves comen insectos en algún momento de su vida, desde los Petirrojos, cuya dieta es sobre todo insectívora, hasta el Jilguero o el Verderón, que pese a ser granívoros en época de cría consumen también insectos (sin este aporte insectívoro sus posibilidades de sobrevivir serían menores). En definitiva, gracias a los insectos las plantas pueden dar frutos y las aves existen. O más potente aun, sin los insectos los seres humanos no podríamos sobrevivir.

Muchas de las especies vegetales que existen en los pastizales y eriales solamente se crían en estos lugares. No es posible verlas en las montañas ni bajo las copas de los árboles de un bosque, necesitan espacios abiertos donde la luz del sol les dé de lleno y un suelo con más nitrógeno de lo normal. La desaparición de eriales por causa del urbanismo e infrestructuras pone en jaque a muchas especies botánicas. Pone en jaque a toda una rica comunidad vegetal herbácea con personalidad propia. 

Las plantas que existen en los pastizales han formado y forman una parte importante de la cultura y alimentación humanas. Algunas especies que consumimos hoy son plantas domesticadas que  proceden de especies silvestres que habitan en eriales castellanos : la Rúcula de la Eruca vesicaria , el nabo de la Brassica napus , la lechuga de la Lactuca serriola (según algunos autores. Fuente : http://www.infoagro.com/hortalizas/lechuga.htm). 






Lactuca serriola , en el Parque del Humedal.


 Actualmente la agricultura industrializada, que basa su producción en unas pocas especies con altas dosis de pesticidas, ha eliminado del mapa y de la dieta humana una gran variedad de verduras que nuestros ancestros comían con regularidad. Algunas se siguen consumiendo hoy, como las Collejas (Silene vulgaris), que tienen un sabor exquisito, o las pencas del Cardillo (Scolymus hispanicus). Otras, como por ejemplo las hojas del Diente de León (Taraxacum sp.) o de la Chupamieles (Anchusa azurea), se han consumido en ensaladas o cocidas.






Collejas (Silene vulgaris subsp. vulgaris). Detalle de la flor. Se comen sus hojas como verdura, antes de que florezca.




Chupamieles (Anchusa azurea), con sus vistosas flores azules.
 

 No debemos dejarnos engañar por la idea de que el haber suplantado la alimentación tradicional por la de la agricultura moderna supone un progreso o un avance . En realidad se trata de un retroceso, al eliminar de nuestra dieta un montón de especies. Desde luego, hoy día tenemos una dieta menos variada de la que creemos. Para más información sobre este asunto podeis consultar el libro Alimentos silvestres de Madrid, de J. Tardío, Higinio Pascual y Ramón Morales.

No pretendo con esto incitar a que la gente se lance al campo a arrancar plantas silvestres comestibles. Es necesario una gestión adecuada y un conocimiento por parte del recolector ya que algunas plantas son venenosas y las que no lo son deben de saberse recolectar. Fomentando la agricultura ecológica e integrando especies silvestres en el entorno inmediato del cultivo ecológico, éstas supondrían un complemento culinario ideal al que nos dieran las plantas cultivadas. Favoreceríamos a dichas especies cerca de las huertas.

 La Achicoria (Cichorium intybus) se ha empleado como café. Solo que  la Achicoria no tiene cafeína. Contiene además vitaminas A, C, K y B3. Sus hojas también se consumen como verdura. La infusión de Achicoria aplicada sobre la piel repele a moscas e insectos (puede ser un buen ahuyentador de plagas en cultivos).







Achicoria (Cichorium intybus



 En el campo medicinal, las plantas de los pastizales nos aportan cosas notables. El Cardo mariano (Sylibum marianum) es muy beneficioso para el hígado y enfermedades hepáticas (hepatitis, cirrosis, etc). El Hinojo (Foeniculum vulgare) tiene unas grandes propiedades digestivas, además de ser un buen aromatizante por su fragancia a anis. La Sideritis hirsuta se emplea también para la buena digestión.






Cardo mariano (Silybum marianum


 La Malva (Malva sylvestris) se utiliza en infusión para tratar resfriados y los principios activos de los Llantenes (Plantago sp.) se utilizan para tratar infecciones respiratorias, inflamaciones cutáneas y se usan en farmacia como laxantes.




Malva (Malva sylvestris)






 Llantén (Plantago lanceolata)



Ejemplos de estos usos y otros de diversa índole pueden ponerse a decenas.

 Es aun mucho lo que nos queda por descubrir de las plantas, incluido de las que conviven con nosotros en las afueras de ciudades como Coslada.  Posiblemente en más de una pueda estar la llave al tratamiento de algunas enfermedades, o suponer una fuente de alimentación importante para el ser humano, o a saber qué. La biodiversidad es el patrimonio más valioso que tenemos y el trato que le hagamos repercutirá en nosotros. Muchas especies solamente viven en eriales y pastizales por lo que conservar estos lugares implica salvar especies. Cuando las especies se extinguen lo hacen para siempre.

 A parte de este enfoque utilitario, hay que valorar la biodiversidad por el mero hecho de existir y deberíamos de algún modo devolverle el favor que nos hace a diario. Es lo mínimo que debemos hacer. Ya que a parte de lo dicho la naturaleza nos da calidad de vida y nos aporta valores: aire limpio, felicidad, unión con nuestro entorno, libertad, etc. 

 Sin embargo, los tres enclaves analizados aquí no han estado ni están actualmente exentos de amenaza. Lo más urgente y grave es la ampliación inmediata del Centro de Transportes de Coslada, que supondría la desaparición de la Cynara tournefortii y la Malvella sherardiana, y muy posiblemente su extinción en Madrid (y total en el caso de la Cynara a medio plazo). La ampliación está siendo impulsada tanto por la Comunidad de Madrid como por el Ayuntamiento de Coslada, con Cofares, una farmacéutica, como empresa beneficiada que instalará sus almacenes destruyendo los pastizales del CTC. La ampliación supondría la destrucción de un enclave que aunque no nos entre por los ojos a priori, se trata de una joya única en el territorio madrileño. Desearía que las Administraciones competentes pusieran todas las medidas necesarias para evitar la perdida de estos lugares.






La ampliación del Centro de Transportes de Coslada supondría la destrucción de estas praderas, donde vive una población viable de dos especies botánicas amenazadas de extinción : Cynara tournefortii y Malvella sherardiana.


Las amenazas principales a las que se enfrentan los pocos enclaves aun silvestres del entorno inmediato a Madrid son el urbanismo y su transformación en parques ajardinados. Tanto una como otra eliminan los valores naturales del lugar y cortocircuitan las relaciones ecológicas. En el caso del urbanismo, el deterioro causado es irreversible. 








Agresión, a mi juicio desmedida, en el paraje de los Cerros del Negralejo, una zona de gran valor botánico. Detalle : los pinos plantados son los únicos que se salvan.  Foto : 11/02/2011.





En el mismo lugar, lo que parece ser la obra en una tubería de gas. 




Seguimos en los Cerros del Negralejo, ¿era necesario armar todo este destrozo?




El motocross es otra causa de deterioro paulatino del suelo y de la vegetación. En los Cerros del Negralejo es habitual la práctica desregulada de este deporte, que provoca constantemente rodaduras fuera de los caminos que al final acaban convirtiéndose en nuevas pistas. Se aprecia en la foto las marcas de rodadura fuera del camino.





Las amenazas comentadas en el párrafo anterior  se ven favorecidas en una coyuntura de desconocimiento por parte del población, que por lo general  no valora lo suficiente los pastizales ni las plantas herbáceas de ciclo corto. Se suele pensar que una zona arbolada es más valiosa que una pradera. Términos despectivos acuñados para designar a los eriales suelen ser  : descampado, secarral, lugar lleno de pinchos, etc. Además, su ubicación suele coincidir con zonas apartadas y sórdidas de los municipios (polígonos industriales, zonas de vertido de escombros, lugares inseguros,  etc). Sin embargo, en muchos de estos casos simplemente es falta de una divulgación adecuada que las propias Administraciones locales deberían impulsar convenientemente asesoradas, es decir, asesoradas por gente que realmente sepa sobre este tipo de enclaves. De ese modo, la importancia de los pastizales iría calando en la población y se evitarían aberraciones (permitidme llamarlo así) como la del CTC . 

Un punto importante de lo que acabo de comentar es que cosas distintas son bosque, plantación, pradera, o un paisaje en mosaico. La cuestión es que suele confundirse bosque con plantación, y de ahí derivan muchos errores. El bosque es el punto culminante en muchos casos de la sucesión vegetal. Pero este proceso es lento, puede tardar más de un siglo. Ello no significa que todos los pastizales estén mal así y deban convertirse en bosques. Muchas veces los paisajes en mosaico, en el que el bosque se mezcla con praderas abiertas, zonas de matorral, cultivos y huertas ecológicas, son más interesantes y más ricos desde el punto de vista de la biodiversidad y la cantidad de recursos diferentes que pueden ofrecernos. Una plantación, como la de Pinos carrascos en el Parque del Humedal, no tiene nada que ver con esto. Matizo que el culpable de esto no es el pino, es la manera en que se planta. Una propuesta que me parece adecuada sería la reconversión del pinar tal cual está en un pinar adehesado, eliminando los pies en peor estado y disminuyendo la fracción de cabida cubierta. Esto exigiría una actuación forestal que debería hacerse en la época adecuada conjugando el mínimo riesgo de incendios con la máxima protección posible a la avifauna (por ejemplo, evitando épocas de nidificación). Un pinar adehesado en primer lugar favorecería el desarrollo de los pinos sanos, convirtiéndose éstos en ejemplares más vigorosos. Los huecos entre los pinos favorecerían a otras especies mediterráneas su desarrollo al disponer de más luz y se podrían introducir algunos arbustos mediterráneos que fueran enriqueciendo el elenco vegetal.



Otra amezana importante para los pastizales silvestres cerca de entornos urbanos es transformarlos en parques ajardinados. Eliminando su carácter silvestre (lo que les hace especiales).  Un buen ejemplo es el proyecto de mejora del Parque del Humedal.


El Proyecto de Mejora del Parque del Humedal ha producido dicho efecto en la población, que ahora acude más a pasear a este lugar, practicar deporte, etc. También, según el PSOE (2007-2011), ha blindado el Parque respecto al urbanismo en los próximos 75 años. Ha creado un Centro de Educación Ambiental llamado Naturalario que aun no ha mostrado todo su potencial. Estas son cosas positivas.


Sin embargo, el Proyecto ha tenido un marcado sesgo jardinero y no ha valorado ni considerado el valor ecológico de las praderas. Ha sido gracias a la labor de la Plataforma para la Defensa del Bosque del Humedal, el que al final se haya frenado un poco esta tendencia y se hayan conservado al final inalteradas parte de las praderas, aunque con alguna plantación de por medio.

En mi opinión personal, después de visitar el Parque del Humedal por cada rincón más o menos con una frecuencia semanal durante la primavera y el verano de los años 2009, 2010 y algunos días del 2011, el Proyecto de "Mejora" no ha mejorado ecológicamente el Parque en ningún aspecto. Las obras han ahuyentado y estresado a la avifauna. Algunas zonas de pradera de gran valor botánico se han llenado de pinos (aun jóvenes), por no decir las especies exóticas como Magnolios, Durillos o Cedros, que a parte de caros están totalmente fuera de lugar en un sitio como éste. Matizo que el Durillo (Viburnum tinus) , es un arbusto autóctono del ecosistema meditarráneo pero que no aparece en el interior debido a que no resiste el frío y necesita más humedad de la que recibe aquí.


Las obras para intentar recuperar la laguna no han conseguido su objetivo porque no suponen ninguna solución para el problema de fondo, que es que el agua del acuífero, la que debería estar bajo tierra, no está donde debe estar.


El valor ecológico del Bosque del Humedal, y lo que hace que existan bandos de jilgueros, pardillos, alcaudones (aunque su presencia actual cada vez es más escasa a raíz de las obras), cogujadas , abejarucos, buitrones, la Mariposa arlequín, etc es en gran medida el rico herbazal que rebosa de vida las praderas y que aporta más de un cuarto de millar de especies al enclave. Son los cardos, las amapolas, las vezas, las mielgas, las chupamieles, las viboreras, las aristoloquias, los juncos, las lactucas, las achicorias, las malvas, las lechetreznas, los trigos montesinos, los gordolobos, las avenas locas,  etc, etc, etc.


No sabemos el futuro que le deparará al Parque en los próximos años. El nuevo equipo de gobierno del PP deberá demostrar si quiere un jardín, el ladrillo o la naturaleza.






Cartel que anuncia el proyecto de Mejora del Parque del Humedal. Foto : 28/02/2010
 


Como último mensaje, me gustaría tratar de transmitir el valor que tiene la biodiversidad en sí misma y la necesidad de un modelo educativo que nos enseñe desde pequeños a conocerla y valorarla. La primera lección sería que no hace falta irse a espectaculares montañas o a selvas frondosas para encontrarla, de hecho la tenemos junto a nuestras casas. Y Coslada es un magnífico ejemplo. Ójala que lo que queda no lo perdamos.  








Esta foto muestra la amenaza urbanística inminente extendiéndose como mancha de aceite desde la metrópoli madrileña y devorando sin cesar pastizales que eran como el del primer plano de la foto. ¿Sobrevivirá en el futuro esta pradera?.  Foto :desarrollos urbanísticos de El Cañaveral al fondo. Emn primer plano un pastizal de la zona junto a la Cañada Real Galiana.








Agradecimientos : a José Antonio Lapeña, por su inestimable ayuda y compañía en los trabajos de campo, y a la Plataforma para la Defensa del Bosque del Humedal, por su constancia y voluntad. Gracias a la lucha vecinal altruista de la Plataforma, el Parque del Humedal hoy no es víctima del ladrillo.

Quiero agradecer también a Juan Manuel Martínez , Javier Grijalbo, por haberme enseñado botánica.