jueves, 26 de mayo de 2011

Un paseo por la pradera II : Astrágalos, miradas a los campos de Mayo.


Entre Coslada y Madrid, cerca de la Cañada Real, entre el color y la nostalgia (25/05/2011)

Hay veces que las narraciones sobran, usemos los sentidos e imaginemos...














El Astrágalo y la Mielga...







Y no es casual que los llamen Hippocrepis (Herradura)...




El viento susurra y el "progreso" amenaza :











La nostalgia sobreviene...










, y la esperanza aparece en forma de color :





martes, 24 de mayo de 2011

Un paseo por la pradera I : la vitalidad del prado.

Coslada, 24/05/2011




Finales de Mayo, el sol anhelante de aires veraniegos sacude la pradera que aun rezuma ese toque primaveral que aun se resiste a abandonarnos.




Praderas sobre suelo arcilloso. En primera línea : Salvia aethiopis.


Nos animamos esta mañana a dar un paseo por una pradera, en un pastizal de cierta madurez. La temperatura estimula la actividad en los insectos y éstos saltan, vuelan y corretean en todas direcciones. Los saltamontes brincan a cada paso que uno da, apoyados en los tallos herbáceos.


En el aire, decenas de vencejos surcan los vientos atrapando cuanto insecto pueden.


Los pastos como éste del Norte de Coslada,  exacerban vida en esta época del año. Las plantas y los insectos se sincronizan de modo que a la vez están ocurriendo muchas historias auténticas diferentes.


Dirijo la mirada hacia una Cañaheja (Thapsia villosa), que se ha convertido en un banquete improvisado de coleópteros (con Heliotaurus ruficollis en el plano central)  :




Muchas plantas aun aguantan la floración, otras acaban de empezar, entre ellas encontramos a la Candilera (Phlomis lychnitis), conocida por el uso que se le daba antaño para encender las lámparas :




Los pompones de las Barbas cabrunas (Tragopogon sp.) se mezclan con los glomérulos florales de los Astrágalos (Astragalus alopecuroides) :





En los pastizales, al ser medios abiertos, la estrategia de dejarse llevar por el viento es algo que funciona. De ello se han dado cuenta los vegetales: algunos crean frutos aerodinámicos y con mecanismos de agarre a cualquier ser incauto que por allí pase. De este modo garantizan su dispersión a grandes distancias. Véase el típico "molinillo", común en los Dientes de león y Barbas Cabrunas :


A finales de Mayo ya pueden verse abiertas las Barbajas o Zaragallos (Scorzonera angustifolia) :


Estas plantas, que durante milenios han quitado el hambre a la gente, ahora parecen quedar relegadas al olvido, suplantadas  y amenazadas por una agricultura industrial mucho menos diversa en especies y mucho más agresiva con el entorno, sobre todo por el abuso de productos químicos. La conservación de estos pastizales naturales es crucial porque estos pastos además de muchas cosas, son nuestra cultura y nuestra historia. La hermosura de una inflorescencia como esta de la Barbaja es pura armonía matemática :


Y digo lo de inflorescencia porque en realidad no se trata de una flor, sino de muchas flores juntas. Pueden verse multitud de estigmas bífidos saliendo entre las lígulas (lo que llamamos comúnmente pétalos). Podemos ver cómo las lígulas abandonan el centro de modo radial y alterno. Las de dentro asoman entre medias de las de longitud inmediata y así sucesivamente. Podemos ver muy bien cada flor individual, si miramos al centro, las cuales consisten en un pétalo rodeando el sistema reproductor.

Conocidas por nuestros abuelos son muchas de estas plantas, como la Chupamieles, con sus néctares tan agradables :


, o la Viborera, cuyo nombre se debe a que se pensaba que curaba el veneno de las víboras :


La biodiversidad en este espacio abierto al Sol es enorme. Unas de las protagonistas son las gramíneas, que ponen un fondo más o menos homogéneo a las salpicaduras coloridas de otras especies. Sumerjámonos en el mar de una de ellas : el Trigo montesino (Aegilops sp.) , que si no la reconocemos así, nos acompañará en el verano pinchándonos los calcetines :


Entre tanta gramínea, los hongos también hacen su aparición, entre ellos el popular Cornezuelo del centeno (Claviceps purpurea), que ataca a las gramíneas y a nosotros nos pone perdido el pantalón con su polvo de esporas oscuras :


Gramínea infectada por el Cornezuelo

Durante la Edad Media eran frecuente las intoxicaciones con este hongo al mezclar el cereal sano con el enfermo. La harina resultante causaba el síndrome ergótico, que produce gangrenas en las extremidades.

La temperatura de Mayo, que a estas alturas del camino ya nos pide algún chaparrón, vuelve locos a los insectos. Cada uno a sus tareas : unos tomando el sol, como esta Cuculia del Gordolobo (Cucullia verbasci) :



 Como si me estuviera esperando, se mantiene inmóvil y tranquila ante mi presencia. Esta preciosa oruga se convertirá dentro de poco en una mariposa nocturna. De momento, debe seguir alimentándose de este Gordolobo (Verbascum sinuatum).

Otros, zarandean en el aire un vuelo algo pesado, como este imago de Hormiga León, que utiliza el tallo de las gramíneas para descansar un poco :


Los quehaceres de los artrópodos dan vidilla a la caminata, que me tiene reservado el mejor momento para el final. El desenfreno licénido, del que ya hablé en una entrada antigua me sorprende de nuevo. Lo que hace que la vida sea vida, la esencia pura de la reproducción, mantiene absortos a estas dos mariposas a las que no les importa que me acerque a ellas a retratarlas. Demasiado importante es este acto sexual en la corta vida de las mariposas que les trae al pairo ver un objetivo Canon acercarse a ellas. Me despido con estas dos bellas imágenes. En la última, consigo captar a uno de estos licénidos de frente....



lunes, 23 de mayo de 2011

Asoman brotes de cambio

El sistema político y económico actual parece empeñado en eliminar lo auténtico de este planeta. Hasta ahora ninguna ideología política dominante ha contado con la naturaleza y la biodiversidad como algo tan importante como la propia organización social humana.


No debemos olvidar que la existencia en este mundo del ser humano, por muy eficaz que sea nuestra tecnología, depende de otros miles de millones de seres vivos no humanos que comparten el planeta con nosotros. Sin ellos no somos nada, al igual que los políticos no son nada sin nosotros. Debemos aprovechar ese poder para luchar y cambiar las cosas y debemos de ser capaces de integrar y empezar a sentirnos parte de la naturaleza, y no como algo separado de ella. Acercarnos a lo auténtico es acercarnos a nosotros mismos. Destruirlo es destruirnos también. 


En el punto en el que nos encontramos ahora, ese punto de progreso está aun lejos de alcanzar pero parece que asoman brotes que nos pueden llevar en esa dirección. Solamente cuando el ser humano considere al resto de la vida como parte importante y no inferior a sí mismo, podrá construir una verdadera sociedad equitativa. Nos resistimos a aprender de la naturaleza y depositamos una fe ciega en la tecnología, y al final llegamos a situaciones imprevistas y difíciles de solucionar. Porque ya hemos comprobado que no somos dioses, y que somos más torpes de lo que pensamos : el invento de los CFC's, los transgénicos, los pesticidas, el dinero, la fisión nuclear,  por poner unos ejemplos sencillos,  nos están dejando muchas secuelas negativas y no están aportando nada bueno a la sociedad planetaria (incluyendo a seres humanos y seres no humanos). A lo mejor nuestro papel aquí debería ser garantizar el equilibrio de la sociedad planetaria y no destruirlo. Pero los poderes dominantes se empeñan en ello mientras un amplio número de seres humanos adormecidos les apoya o mira para otro sitio.


Me alegro de que aun quede gente que esté viva, y que sepa mirar a lo auténtico. Quizá es posible que los dormidos despierten algún día. Probablemente sea cuestión de tiempo. 


El verdadero progreso no radica en construir viviendas e infraestructuras. Un ejemplo de verdadero progreso es la percepción de que esta democracia es una farsa y un truco de magia muy bien hilado para mantener a la gente sedada, y poder culminar unas propuestas de cambio. Y es que ya se percibe, algunos desde hace ya mucho tiempo, que esto no va bien y que hay que cambiar las cosas. Comencemos progresando con pequeños pasos y sigamos luchando por recuperar lo auténtico.

martes, 17 de mayo de 2011

Parásita


Coslada, 10/05/2011

Una de las cosas que me atraparon del mundo vegetal, fue cuando mi amigo J. Grijalbo me mostró por primera vez un Jopo (Orobanche). De eso hace ya tiempo y por aquel entonces yo era incapaz de concebir la existencia de plantas que no hicieran la fotosíntesis (La fotosíntesis es el proceso por el cual los vegetales crean alimento (materia orgánica) a partir de la luz del sol, el agua y el dióxido de carbono, mediante la presencia de clorofila). La naturaleza no para de enseñarte cosas, entre ellas su originalidad y falta de reglas.


Resulta que existen plantas que se dedican a parasitar a otras, como si fueran hongos. 


Una gran diferencia entre los Jopos y los hongos es que los primeros poseen circulación de savia y los hongos no. Sin embargo, la idea de un vegetal parasitando a otro sin ningún tejido de color verde es fascinante.


La especie de la foto que abre esta entrada del blog corresponde a Orobanche amethystea, un parásito que es muy exquisito en sus apetencias. Únicamente parasita al Cardo corredor, como vemos en la siguiente foto : 


   
El Orobanche ataca al pobre Cardo corredor (izquierda). El ataque es subterráneo. Las raíces del Jopo están capacitadas para penetrar y extraer los jugos nutricios de su víctima. Aun así, el parásito no mata a su anfitrión.


Existen numerosas especies de Orobanches. No todos son tan exquisitos y pueden parasitar a diferentes especies, como este otro Orobanche (Orobanche cf. ramosa) :



Coslada, 25/05/2010


Así que cuando por el campo veamos estas plantas, echemos un vistazo alrededor para adivinar a quien le está quitando la comida.