Peralvillo (Ciudad Real) 27/06/2010
Son aves que viven en zonas húmedas : ríos, embalses, lagos, etc.
En Peralvillo se congregan cientos de garzas y podemos verlas anidar en garceras, zonas de densa vegetación riparia donde los adultos sacan adelante a la pollada.
Las garzas se alimentan de los peces y cangrejos que produce la laguna acercándose al agua estáticas y manteniendo una postura de ataque para coger un pez desprevenido :
Garza imperial (Ardea purpurea) en postura de caza
Durante la visita tuvimos el lujo de poder observar de cerca varias especies de ardeidas y también escuchar sus graznidos y ladridos. Y es que cuando pensemos que sólo el perro ladra y el cuervo grazna, no debemos olvidar a las garzas. A continuación un desfile de fotos de estas bellas e importantes aves para los ecosistemas de nuestras zonas húmedas :
Presentemos en primer lugar a la más frecuente: la Garcilla bueyera (Bubulcus ibis), caracterizada por su plumaje blanco, pico amarillo (en el adulto) y patas oscuras. Es la más gregaria de todas :
Entre ellas se puede colar la Garceta (Egretta garzetta), muy parecida a la Garcilla bueyera, salvo que la Garceta tiene el pico oscuro y los dedos de las patas amarillos (este detalle es el más importante para distinguirla) :El simpático Martinete (Nycticorax nycticorax) es algo más rechoncho. Pudimos ver cómo construía el nido junto a su pareja entre unos Tarays. Uno de los miembros de la pareja salía en busca de ramillas de Taray, las cogía con el pico y las llevaba al nido, donde el otro cónyuge esperaba pacientemente. Éste recibía la ofrenda y colocaba el material de construcción en el lugar adecuado. Proceso que se repetía una y otra vez y que nos mostraba la constancia en el trabajo de estas aves y la delicadeza con la que lo hacían. He aquí una de las imágenes que tomamos del Martinete en el momento de su búsqueda de material para el nido :
La Garcilla cangrejera (Ardeola ralloides) es una auténtica joya, una especie en Peligro que sufre muy especialmente la pérdida y deterioro de su hábitat: los humedales como el que visitamos. Existen buenas colonias en el Delta del Ebro, las Marismas del Guadalquivir, y aquí, en Peralvillo. Aquí va una foto de esta escasa ave :
Esta garcilla, de tamaño similar a la bueyera, se distingue por su coloración parda en el pecho y dorso, en contraste con sus alas blancas y por poseer un pico prominente.
Por último, una de las garzas más grandes, la Garza imperial (Ardea purpurea), que nos recuerda un poco a los Pterodáctilos y Pteranodones prehistóricos. Un ave imponente, una señora fina y elegante, sigilosa, que se mantiene estática en su estrecha pose. Aquí la vemos en pleno vuelo :
En vuelo, se puede confundir con la garza real. Pero un vistazo al cuello -más castaño en la imperial y gris claro en la garza real- y al plumaje, -también más oscuro en la imperial y con muchas más listas negras en el pecho y cuello- las distingue fácilmente después de un poco de práctica.
En la visita también vimos un Avetorillo, una Garceta Grande y unas cuantas Garzas reales, de las cuales no puedo aportar fotos dada la lejanía a la que se encontraban. Hubiera estado bien para completar la colección de ardeidas. No obstante, espero que los lectores puedan mirando estas fotos ser capaces de identificar estas maravillosas aves.
Durante la visita, fuimos testigos de un hecho que nos inquietó un poco. Muchísima gente se dedica a pescar peces y cangrejos en el embalse y no parece existir ningún control ni limitación. Además, algunos de ellos dejaban allí bastante suciedad (restos de anzuelos, latas de refresco, bolsas de plástico...). Parece que esta zona húmeda produce mucho alimento que mucha gente de la zona aprovecha para proveer sus cestas y redes.
Hay que tener en cuenta que un abuso o un número muy alto de capturas mantenidas en el tiempo podrían comprometer a las colonias de garzas que crían aquí. Hemos de pensar que el alimento que produce la laguna es en primer lugar para ellas, que son las que crían y necesitan realmente los peces y los cangrejos para sobrevivir. El homínido depredador (pudimos observar a un buen ejemplar que no presentaba ningún síntoma de desnutrición sacar varias cestas y redes provistas de cangrejos) debe de aprender a compartir los recursos que la naturaleza le está dando con el resto de seres vivos y no comportarse como un idiota egoísta. Para ello es necesaria una gestión correcta y estricta de los recursos naturales para saber donde está el necesario límite. Digo lo de idiota, porque si no pensamos en ello y actuamos sólo en base al egoísmo, al final no habrá ni garzas ni pescadores, porque habremos esquilmado la ofrenda que la madre naturaleza nos hace.